¡Maldito gato!

Si hay algo que me haya parecido más triste que haberme pasado tooodo el día tirada por casa como una perraca, eso ha sido el haberme pasado parte de la noche en urgencias... La verdad es que ha sido poco rato, la visita a urgencias más rápida de mi vida. Pensaba que iba a estar horas ahí...
Todo ha empezado cuando mi querido gato ha empezado a bufarle a mi perrete, y yo, que soy muy lista, he ido a echarle la bronca. Nota mental: mi madre siempre tiene razón, y no veas lo que me jode. Estaba cansada ya de escuchar sus charlas de "los gatos son malos... mimimi", "los gatos son muy traicioneros... momomo", "no te fíes nunca de un gato", etc. Y ahora va y resulta que tiene razón, o soy yo que ahora estoy muy enfadada con Chidori. Hice oídos sordos a la idea de castrarlo y de quitarle las uñas. ¡Pobre animal! Pero coñe, ahora más pena me doy yo. Decidido, este mes pasa por quirófano. No me volverá a clavar las uñas.
A todo esto, mi pobre dedo índice está hinchado, amoratado y duro como una piedra. Por no hablar de que a ratos duele pero lo tengo dormido la mayor parte del tiempo.
Parecerá una tontería, pero me ha dado pánico cuando se le ha quedado la uña enganchada dentro de mi dedo y se ha puesto a tirar para soltarse y me ha empezado a chorrear la sangre del dedo :_D No me ha dado tiempo más que de curarme rápido y mal con el betadine y taparme la maldita herida para que dejase de saltar sangre por todas partes antes de llamar a mi madre para que me acercase a urgencias. Mi padre se ha pensado que soy imbécil y me ha dicho que no me iban a hacer ni caso. Menos mal que se equivocaba, porque yo volvía a entrar en fase de pánico. Me he imaginado con el dedo gangrenado, y teniéndolo que amputar. Aún me dura la imagen en la cabeza, pero es que esta falange no tiene muy buena pinta aún T__T espero que los antibióticos y antiinflamatorios hagan su trabajo. ¡Ciencia, sálvame!
En lo breves momento que ha durado esto, me he imaginado cómo sería mi vida sin manos. Soy un poco exagerada, lo sé. Pero después de los problemas con mis manos, y ahora esto, y con lo que me gusta dibujar, escribir y hacer intentos de pasteles y de manualidades, no sé si podría soportarlo. Admiro mucho a la gente que tiene una minusvalía y sigue adelante con todas sus fuerzas. Ojalá nadie tuviera que pasar por ello, pero ojalá también que todos tuviésemos ese ánimo y esa fuerza para seguir.
Todo eso he pensado mientras el médico miraba el vademecum. Y más cosas, pero son un rollo.
Así que después de esta parrafada para desahogarme y no matar al gato, me voy a curar otra vez la herida, y leeré un poco de Madrox antes de irme a dormir.
Espero que mañana esté mucho mejor y todo me parezca un mal sueño :_D
¡Besicos!

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